Los trastornos del desarrollo en la infancia suponen, posiblemente, los cuadros más complejos de todos cuantos abordamos en consulta. Se caracterizan por una grave alteración en la adquisición de destrezas y por la afectación de los hitos evolutivos en los niños. Ya sea en el área adaptativa, del lenguaje o social. Y se manifiestan, temprana y generalmente, con problemas a la hora de hablar, caminar, comer o relacionarse.
De entre todos los problemas del desarrollo que pueden afectar a los más pequeños, los que plantean mayores desafíos a médicos, psicólogos y psiquiatras infantiles (tanto en su detección como en su tratamiento) son los Trastornos del Espectro Autista (TEAs), que duran toda la vida y dañan perennemente la capacidad de los niños para comunicarse y relacionarse.
Es importante tener muy en cuenta que los síntomas de los trastornos del desarrollo son plásticos, cambian con el proceso madurativo del niño y pueden enmascararse mediante la adquisición de estrategias y mecanismos compensatorios. De ahí que resulte especialmente crítico detectar estas problemáticas en las primeras etapas de la infancia.